X Congreso de la Sociedad de Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia (SOLOFICI)
Título del simposium: “Cuerpos sexuados: perspectivas filosóficas sobre teorías biológicas de la diferencia sexual y la identidad de género”
Lugar: Salamanca, España
Fechas: 19 de noviembre de 2021
Contribuciones:
- “El sistema Sexo/Género como clase emergente: sobre la necesidad de una metafísica feminista. Vanessa Triviño” (Universidad Rey Juan Carlos) & Laura Nuño de la Rosa (Departamento de Lógica y Filosofía Teórica, Universidad Complutense de Madrid)
- ‘Múltiples devenires trans: Un análisis transfeminista de las principales aportaciones de la neurobiología a la cuestión de las identidades trans.” Maite Arraiza Zabalegui, Universidad Pública de Navarra (UPNA)
- “Por qué quiero sangrar (y por qué tú también deberías): Función, normatividad y salud menstrual.” Ainhoa Rodriguez Muguruza & Arantza Etxeberria Agiriano. Departamento de Filosofía, Universidad del País Vasco, UPV/EHU.
- “El orgasmo femenino y el concepto de homología.” Silvia Basanta (Universidad de Viena) & Laura Nuño de la Rosa (Departamento de Lógica y Filosofía Teórica, Universidad Complutense de Madrid)
Resumen del simposio
En este simposio se examinan varias áreas de investigación biológica y biomédica donde se han producido desarrollos empíricos y conceptuales importantes en torno a los cuerpos sexo-generizados, sobre los que se presentan cuatro trabajos. El primero de ellos interviene en el debate sobre el estatus metafísico del sistema Sexo/Género, proponiendo una nueva caracterización de las diferencias sexuales como clases emergentes. El segundo presenta un análisis crítico de distintas teorías e hipótesis neurobiológicas en torno a las identidades trans, para ofrecer una reinterpretación de las mismas desde un marco relacional, procesual y múltiple. El tercero analiza aspectos filosóficos de la menstruación: su función, su normatividad y su relevancia en debates sobre salud y enfermedad. Por último, la cuarta contribución analiza críticamente distintas teorías postuladas en las últimas décadas sobre el orgasmo femenino a partir de los diversos usos y significados del concepto de homología. Justificación del simposio Desde los orígenes de la epistemología feminista, la reflexión crítica en torno a las ciencias biológicas ha jugado un papel central en la articulación de las teorías feministas sobre la ciencia y la tecnología. El desarrollo de la epistemología del conocimiento situado de Donna Haraway (1988) en el campo de la primatología (1989), el cuestionamiento de los roles de género en antropología (Longino 1990) o la identificación de los sesgos de género en los estudios sobre el comportamiento sexual (Hrdy 1986) son algunos de los ejemplos más sobresalientes. En la actualidad, la mirada feminista se ha consolidado en distintos campos disciplinarios, incluyendo los estudios feministas de Ciencia, Tecnología y Sociedad, la metafísica feminista (Haslanger 2018, Witt 2011) y la neurociencia feminista (Rippon 2020). Sin embargo, en el seno de la filosofía de la ciencia y, en particular, de la filosofía de la biología (Fehr 2018), el desarrollo de conceptos y teorías con perspectiva de género, incluso en ámbitos como la salud y la sexualidad, es todavía incipiente. En esta encrucijada teórica y social, nuestra propuesta se propone explorar, desde distintas perspectivas feministas, teorizaciones biológicas y tratamientos biomédicos de la diferencia sexual, considerando cómo estos están condicionados por sesgos de género y tienen, a su vez, implicaciones sociales de radical calado. Las investigadoras reunidas en este simposio, procedentes de distintas universidades y en distintos estadios de la carrera académica, forman parte de un grupo de investigación que viene trabajando desde 2017 en los estudios feministas de las ciencias biomédicas y que en el último año ha incorporado a investigadoras que han añadido nuevas líneas de investigación. Este simposio reúne una selección de estos trabajos, en torno a cuatro proyectos en filosofía de la ciencia sobre áreas de investigación biológica y biomédica en donde se han producido importantes avances empíricos y conceptuales a lo largo de la última década. En concreto, los trabajos incluyen teorías muy recientes sobre el desarrollo de la identidad sexo/género, la evolución del orgasmo femenino, tratamientos biomédicos para la interrupción de la menstruación, y el uso de imaginería neurobiológica en torno a las identidades trans.
Referencias:
Fehr, C., “Feminist Philosophy of Biology”, The Stanford Encyclopedia of Philosophy (2018), Edward N. Zalta (ed.), URL = https://plato.stanford.edu/archives/fall2018/entries/feminist-philosophy-biology/
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Haslanger, S. and Ásta, “Feminist Metaphysics”, The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2018 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = https://plato.stanford.edu/archives/fall2018/entries/feminism-metaphysics/.
Hrdy, S., (1986). “Empathy, Polyandry, and the Myth of the Coy Female,” Feminist Approaches to Science, Ruth Bleier (ed.) New York: Pergamon Press, 119–146.
Longino, H. E. (1990). Science as Social Knowledge. Princeton, NJ: Princeton University Press.
Rippon, G. (2020). The Gendered Brain: The New Neuroscience That Shatters The Myth Of The Female Brain. London: Vintage.
Witt, Ch. (ed.) (2011). Feminist Metaphysics: Explorations in the Ontology of Sex, Gender & Identity. Springer.
Abstracts
El sistema Sexo/Género como clase emergente: sobre la necesidad de una metafísica feminista
Vanessa Triviño (Universidad Rey Juan Carlos) & Laura Nuño de la Rosa (Universidad Complutense de Madrid)
Uno de los debates centrales en el campo de la metafísica feminista concierne al estatus ontológico del sexo y el género (Haslanger & Asta 2018, Witt 2011). Si bien tradicionalmente ambas categorías se han considerado independientes, asumiendo la naturalidad del sexo biológico y el carácter construido de la identidad de género (Beauvoir 1953), las teorías feministas de corte constructivista han cuestionado el carácter pre-dado de la diferencia sexual y su radical entrelazamiento con las categorías de género (Butler 1990). Recientemente, autoras como Anne Fausto-Sterling (2020) han abordado la naturaleza del sistema Sexo/Género desde una perspectiva interdisciplinar que trata de dar cuenta de su construcción material. En esta presentación proponemos conceptualizar el sistema Sexo/Género como clase emergente, reivindicando la necesidad de una perspectiva metafísica, y no sólo epistémica, sobre la naturaleza de la diferencia sexual y la identidad de género.
En la primera parte, ofrecemos una taxonomía de las teorías metafísicas que subyacen a las distintas conceptualizaciones de la noción de sexo y su conexión con el género. Así, prestamos atención a teorías esencialistas tradicionales que caracterizan el sexo como una clase natural cuyos miembros comparten un conjunto de propiedades esenciales. Instancian esta posición las definiciones basadas en la dotación cromosómica (para un análisis histórico-crítico de esta postura, ver Richardson 2013) o la anisogamia (Griffiths 2020). Otras propuestas más recientes sugieren conceptualizar el sexo masculino y femenino como clases históricas (Franklin 2020). Como advertíamos arriba, desde la crítica feminista a la ciencia, otras autoras se oponen a definir las diferencias sexuales humanas como categorías exclusivamente biológicas, argumentando que, al igual que ocurre con el género, el sexo no puede delimitarse al margen de criterios socio-políticos. Es más: en el ámbito filosófico más general, la proliferación de criterios filosóficos para la definición de las clases naturales y su insuficiencia para dar cuenta de las prácticas científicas de individuación ha llevado a algunos autores a rechazar la propia noción de clase natural y, en particular, su aplicación al género (Dupré 1993). En este escenario, Ingo Brigandt ha argumentado recientemente que debemos abandonar la discusión metafísica en torno a las clases para adoptar una perspectiva metodológica que atienda a cómo estas se individúan de distinta forma dependiendo de los objetivos epistémicos y/o no-epistémicos que primen en cada contexto de investigación (Brigandt 2020). En efecto, argumentaremos que el enfoque metodológico de las clases nos permite dar cuenta de cómo muchos de los desacuerdos a la hora de caracterizar la noción de sexo se derivan de los distintos propósitos (epistémicos, pero también sociales y políticos) que guían la delimitación de los sexos. Sin embargo, consideramos que esta aproximación es insuficiente. Como argumentaremos, las implicaciones metafísicas que subyacen a las distintas caracterizaciones de la clase Sexo/Género pueden ocasionar importantes conflictos pese a que los objetivos epistémicos y no epistémicos estén bien establecidos.
En la segunda parte de la presentación, ofrecemos una interpretación metafísica de la reciente caracterización del sistema Sexo/Género propuesta por Fausto-Sterling. En la reedición de su clásica obra Cuerpos sexuados (2020), la autora recurre explícitamente a teorías procesualistas y relacionales, caracterizando el sistema Sexo/Género como un sistema emergente que resulta de las múltiples interacciones que tienen lugar entre los individuos de una determinada cultura o sociedad. Esta propuesta difiere de las teorías disposicionales más clásicas, en tanto en cuanto considera que sólo hay un proceso por el que se establece la identidad sexual. Este proceso, que es independiente de rasgos biológicos como la dotación cromosómica o el sistema reproductivo, se bifurca en múltiples direcciones dependiendo del contexto social y de las interacciones con otros individuos. Al no tener carácter disposicional, el proceso por el que se establece la identidad sexual no depende de propiedades internas que condicionan el tipo de manifestación asociada a una disposición, sino de factores relacionales. Argumentamos que, desde una perspectiva metafísica, esta aproximación introduce una nueva conceptualización de las clases como “clases emergentes”, construidas tanto biológica como socialmente. Para concluir, analizamos críticamente una cuestión no considerada en la propuesta de Fausto-Sterling, a saber: cómo las distintas construcciones de los distintos rasgos que caracterizan al individuo, si bien no son determinantes, pueden afectar a la probabilidad de alcanzar distintos atractores sexuales.
Referencias
Beauvoir, S. (1953). The second sex. Translated and edited by H.M. Parshley. New York: Alfred A. Knof.
Brigandt, I. (2020). How to Philosophically Tackle Kinds without Talking About “Natural Kinds.” philsci-archive.pitt.edu. Retrieved from http://philsci-archive.pitt.edu/id/eprint/17369
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Dupré, J. 1993. The Disorder of Things: Metaphysical Foundations of the Disunity of Science. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Fausto-Sterling, A. (2020). Sexing the Body: Gender Politics and the Construction of Sexuality. New York: Basic Books.
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Griffiths, P. E. (2020). Sex is real. Aeon.
Haslanger, S. and Ásta, “Feminist Metaphysics”, The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2018 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = https://plato.stanford.edu/archives/fall2018/entries/feminism-metaphysics/.
Richardson, S. (2013) Sex Itself: The Search for Male and Female in the Human Genome. Chicago (Illinois): University of Chicago Press.
Witt, Ch. (ed.) (2011). Feminist Metaphysics: Explorations in the Ontology of Sex, Gender & Identity. Springer.
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Múltiples devenires trans: Un análisis transfeminista de las principales aportaciones de la neurobiología a la cuestión de las identidades trans
Maite Arraiza Zabalegui, Universidad Pública de Navarra (UPNA)
Lo trans* ha ganado visibilidad en los últimos tiempos y con ello ha aumentado el interés de la neurociencia y la neurobiología por explicar y ofrecer las claves de este fenómeno. En un contexto de avances legales, insuficientes todavía a nivel global, de altos niveles de precariedad y discriminación de las personas trans, y de álgido debate social, el análisis de las principales teorías e hipótesis neurobiológicas acerca de las identidades trans resulta de gran relevancia, dadas sus múltiples intersecciones e implicaciones sociales.
La influyente teoría neurobiológica sobre el origen de la transexualidad explica la transexualidad como incoherencia entre el sexo genital y el sexo cerebral, que se desarrolla en la dirección opuesta, debido a perturbaciones en los niveles hormonal pre y neonatales y a factores genéticos, que fijan la identidad de género de manera irreversible (Swaab y Bao, 2013). Ello se traduce en la inversión de zonas cerebrales sexualmente dimórficas y de su número de neuronas: el BSTc (Kruijver et al., 2000; Zhou et al., 1995) y el INAH3 (Garcia-Falgueras y Swaab, 2008), y en un número intermedio de neuronas del INAH1 (Garcia-Falgueras et al., 2011). Diversas autoras han criticado la idea del dimorfismo sexual cerebral, también en relación a sus regiones, y señalado que la teoría neurobiológica sobre el origen de la transexualidad no demuestra el origen biológico de las identidades trans* (Eliot et al., 2021; Fausto-Sterling, 2012).
Los estudios MRI de Rametti et al. (2011a, 2011b) coinciden con la hipótesis de la teoría neurobiológica sobre el origen de la transexualidad, y afirman la masculinización de diversos fascículos de la materia blanca en los hombres transexuales y su masculinización incompleta en las mujeres transexuales. Recientemente, nuevos estudios fMRI encuentran correlatos neurobiológicos de la desconexión entre la percepción del cuerpo y la auto-identificación de las personas trans, previamente a la hormonación: menor conectividad en el cíngulo y el precúneo y en la región occipital y temporal (Feusner et al., 2017); activación de las mismas redes auto-referenciales de la corteza prefrontal dorsomedial, pero alineadas con la identidad de género, y no con el sexo asignado en el nacimiento (Majid et al., 2020).
En esta intervención, desde una perspectiva transfeminista, problematizaremos el marco binario del que emergen los principales estudios, hipótesis y teorías neurobiológicas acerca de las personas trans, para argumentar a favor de una interpretación basada en: (i) la hipótesis de las identidades trans como fruto de la interacción entre los genes, las hormonas y los factores medioambientales –sociales, discursivos, tecnológicos, etc.– y que, por tanto, presentan un carácter procesual (Fausto-Sterling, 2020; Jordan-Young, 2010); (ii) una reinterpretación de los resultados de los diversos estudios neurobiológicos sobre las diferentes regiones cerebrales de las personas trans* desde la hipótesis de los múltiples mosaicos cerebrales (Alon et al., 2020; Joel et al., 2019). Finalmente, enraizaremos el concepto de disforia de género corporal en el de disforia social de género y en el imperativo social de coherencia sexo-genérica (Galofre y Missé, 2015; Walsh y Einstein, 2020), desde el que realizaremos una lectura de la hipótesis de la conectividad de las redes cerebrales implicadas en la percepción del yo y del propio cuerpo, ofreciendo así una interpretación relacional las identidades y corporalidades trans*.
Referencias
Alon, N., Meilijson, I., & Joel, D. (2020). Testing the masculinization hypothesis in a sample of 23,935 human brains. bioRxiv. doi: 10.1101/2020.11.09.373258
Eliot, L., Ahmed, A., Khan, H., & Patel, J. (2021). Dump the “dimorphism”: Comprehensive synthesis of human brain studies reveals few male-female differences beyond size. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 125, 667-697. doi: 10.1016/j.neubiorev.2021.02.026
Fausto-Sterling, A. (2012). Sex/gender. Biology in a social world. New York: Routledge.
–– (2020). Sexing the body. Gender politics and the construction of sexuality. New York: Basic Books.
Feusner, J. D., Lidström, A., Moody, T. D., Dhejne, C, Bookheimer, S. Y, & Savic I. (2017). Intrinsic network connectivity and own body perception in gender dysphoria. Brain Imaging and Behavior, 11(4), 964–976. doi: 10.1007/s11682-016-9578-6
Galofre, P. y Missé, M. (Eds.) (2015). Políticas Trans. Una antología de textos desde los estudios trans norteamericanos. Barcelona: Egales.
García-Falgueras, A., & Swaab, D. F. (2008). A sex difference in the hypothalamic uncinate nucleus: relationship to gender identity. Brain, 131(12), 3132–3146. doi:10.1093/brain/awn276
García-Falgueras, A., Ligtenberg, L., Kruijver, F. P. M., & Swaab, D. F. (2011). Galanin neurons in the intermediate nucleus (InM) of the human hypothalamus in relation to sex, age, and gender identity. The Journal of Comparative Neurology, 519(15), 3061–3084. doi:10.1002/cne.22666
Joel, D., Garcia-Falgueras, A., & Swaab, D. (2019). The Complex Relationships between Sex and the Brain. The Neuroscientist, 107385841986729. doi:10.1177/1073858419867298
Jordan-Young, R. M. (2010). Brain storm. The flaws in the science of sex differences. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Kruijver, F. P. M., Zhou J. N., Pool, C. W., Hofman, M. A., Gooren, L. J. G., & Swaab, D. F. (2000). Male-to-Female transsexuals have female neuron numbers in a limbic nucleus. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 85(5), 2034-2041. doi:10.1210/jcem.85.5.6564 Majid, D. S. A., Burke, S. M., Manzouri, A., Moody, T. D., Dhejne, C., Feusner, J. D., & Savic, I. (2020). Neural Systems for Own-body Processing Align with Gender Identity Rather Than Birth-assigned Sex. Cerebral Cortex, 30(5), 2897-2909. doi:10.1093/cercor/bhz282 Rametti, G., Carrillo, B., Gómez-Gil, E., Junque, C., Zubiarre-Elorza, L., Segovia, S., Gómez, A., & Guillamon, A. (2011a). The microstructure of white matter in male to female transsexuals before cross-sex hormonal treatment. A DTI study. Journal of Psychiatric Research, 45(7), 949–954. doi:10.1016/j.jpsychires.2010.11.007 –– (2011b). White matter microstructure in female to male transsexuals before cross-sex hormonal treatment. A diffusion tensor imaging study. Journal of Psychiatric Research, 45(2), 199–204. doi:10.1016/j.jpsychires.2010.05.006 Swaab, D. & Bao, A.-M. (2013). Sexual Differentiation of the Human Brain in Relation to Gender-Identity, Sexual Orientation, and Neuropsychiatric Disorders. In D. W. Pfaff (Ed.), Neuroscience in the 21st Century. From Basic to Clinical (pp. 2973–2998). Nueva York: Springer. doi:10.1007/978-1-4614-1997-6_115 Walsh, R. & Einstein, G. (2020). Transgender embodiment: a feminist, situated neuroscience perspective. Journal of the International Network for Sexual Ethics & Politics, (Special Issue 2020), 56–70. doi: 10.3224/insep.si2020.04 Zhou, J. N., Hofman, M. A., Gooren, L. J. & Swaab, D. F. (1995). A sex difference in the human brain and its relation to transsexuality. Nature, 378(6552), 68–70. doi:10.1038/378068a0
Por qué quiero sangrar (y por qué tú también deberías): Función, normatividad y salud menstrual
Ainhoa Rodriguez Muguruza
Arantza Etxeberria Agiriano
Departamento de Filosofía, Universidad del País Vasco, UPV/EHU
Numerosas pensadoras feministas contemplan la “mujer” desde una normatividad transitoria y menstrual que va desde la menarquia a la menopausia. Subrayando cada vez más su relevancia, la menstruación gana peso en debates filosóficos sobre salud y enfermedad en mujeres. Este trabajo revisa cuestiones unidas al análisis filosófico de la menstruación como su función, su normatividad y su relación con la salud.
La falta de consenso a la hora de ofrecer una definición de función biológica, sin embargo, ha dificultado este debate. Existen, principalmente, posiciones de carácter etiológico-evolutivo, representadas por Wright o Millikan, y disposicional-causal, presentes en Boorse o Cummins. La función de la menstruación ha sido analizada desde la etiología, sobre todo tras describir la menstruación como un mecanismo de defensa contra los patógenos de la microbiota seminal (Profet, 1993). Esta idea de función buscaría la razón por la que la selección natural habría hecho que dicho rasgo perdurase. Sin éxito en esa búsqueda, contribuciones posteriores identificaron la menstruación como un subproducto, bien del cese de la actividad endometrial con efecto de ahorro de energía (Strassmann, 1996), o de la decidualización endometrial espontánea (Finn, 1998). La menstruación fue definida como un efecto secundario, sin función selectiva y, por consiguiente, dispensable. Inadvertidamente, esta idea provocó un cambio metafísico, influyendo en la percepción de la relevancia del ciclo menstrual y comprometiendo su investigación y reconocimiento social.
Aun así, una carencia de función selectiva no debería considerarse sinónimo de una carencia de función total. Definiciones alternativas como la de Cummins subrayan la relevancia funcional de un rasgo según la contribución causal, sin ser necesariamente producto selectivo. Siguiendo esta idea, Howes (2010) destaca el papel de la menstruación contra las infecciones de transmisión sexual y, como resultado, en la respuesta inmune de las mujeres. Además, aventura que la menstruación podría cumplir funciones adicionales y cruciales para el organismo. Así, cabe argumentar que, sin tener una función selectiva, la menstruación cumple una función normativa indispensable a la hora de garantizar la salud de la mujer. Este argumento se apoya en un análisis de las consecuencias de la ausencia de menstruación, reflejadas en patologías como la amenorrea hipotalámica funcional (AHF) en las que la incidencia de osteoporosis, enfermedad de la arteria coronaria o la hipercortisolemia es alta.
Pese a las consecuencias de la supresión de la función ovárica y su diagnóstico en más de 17.4 millones de mujeres en el mundo (Shufelt et al, 2017), la definición de la menstruación como un subproducto ha caricaturizado la gravedad del diagnóstico de AHF, llevando a profesionales de la salud a tildarlo de adaptativo y considerarlo como un algo ventajoso en la prevención del cáncer de mama (Strassmann, 1999). Tendencias médicas recientes se han apoyado en esta idea y han avalado la supresión deliberada de la menstruación a través de anticonceptivos hormonales, cuyos efectos secundarios son pasados por alto en aras de prácticas negligentes con la salud menstrual de las mujeres. Estas tendencias, además, han sido acompañadas por intentos de medicalizar la menstruación, exagerando una posible relación entre una mayor regularidad menstrual y un aumento del riesgo de cáncer de mama (Lippman, 2004; Loshny, 2004) cuya única solución pasaría, de nuevo, por el consumo a largo plazo de anticonceptivos hormonales.
Este trabajo considera, por consiguiente, indispensable el análisis de las definiciones de función biológica ofrecidas por la filosofía, con el fin de ofrecer un concepto de salud que reconozca la relevancia de la menstruación, no sólo en lo pertinente a la reproducción, sino unida a su función complementaria en otros sistemas de nuestro organismo. Este análisis pasa por entender la salud menstrual como una dimensión dinámica y relacional que varía según la etapa vital de las mujeres y su situación. Profundizar en la salud menstrual nos obliga a tener en cuenta ciclos hormonales basados en respuestas endocrinológicas que son desencadenadas por tanto interacciones con otros organismos (parejas sexuales, microbiota, etc.), como con varios factores medioambientales. Así, en consonancia con los esfuerzos filosóficos que tratan de desarrollar una noción naturalizada de salud que pueda referirse a ella no como un estado estático sino como trayectoria en desarrollo, la menstruación se caracterizaría como un proceso en el que la temporalidad en la que la relación del organismo con el entorno se da lugar es clave.
Referencias
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Strassmann, B. I. (1999), “Menstrual Cycling and Breast Cancer: An Evolutionary Perspective”. Journal of Women’s Health, 8 (2), 193-202.
El orgasmo femenino y el concepto de homología
Silvia Basanta (Universidad de Viena) & Laura Nuño de la Rosa (Universidad Complutense de Madrid)
El orgasmo femenino constituye un caso de estudio fascinante para investigar los sesgos de género en las ciencias biológicas y en particular en la biología evolutiva (Lloyd 2006), así como las consecuencias de las teorías en torno a la reproducción femenina para los debates actuales sobre ciencia y género. En nuestro trabajo llevamos a cabo un análisis de las distintas teorías postuladas en las últimas décadas sobre el orgasmo femenino a partir de los diversos usos y significados del concepto de homología. Para ello, prestaremos atención tanto a los usos más ambiguos del término homología, presentes, por ejemplo, en los discursos de Sigmund Freud (1905) o Donald Symons (1979) sobre orgasmo femenino, como a los usos más técnicos en el ámbito de la biología, desde el concepto de homología del desarrollo al de homología funcional o fisiológica. El uso de este concepto constituye un hilo de continuidad en la representación que las ciencias biológicas han hecho del orgasmo femenino a lo largo de los últimos siglos. Argumentamos que algunos de los primeros usos de este concepto para explicar el orgasmo femenino han reaparecido en los últimos años, aún con modificaciones y en sus formas modernizadas, en el seno de la biología evolutiva del desarrollo. En particular, analizaremos las discusiones sobre el origen evolutivo del orgasmo femenino Stephen Jay Gould (1873, 1993) y, más recientemente, Mihaela Pavlivec y Gunter Wagner (Pavličev & Wagner 2016, Pavličev et al. 2019, Wagner 2016) han traído a debate. Razonamos que el olvido y la recuperación (aunque no reivindicada) de las dos visiones clásicas sobre el orgasmo femenino, a saber, la que recurría al modelo de las homologías entre la anatomía masculina y femenina, y la que ligaba el orgasmo femenino al proceso de ovulación, tiene que ver tanto con factores históricos y políticos como con el declive del pensamiento de las homologías y el auge del pensamiento adaptacionista y el desarrollo posterior del concepto de homología y las posibilidades que ha abierto. No por causalidad, Thomas Laqueur (Gallagher & Laqueur 1987; Laqueur 1987, 1992) elegiría el caso del orgasmo femenino para ilustrar las exigencias sociológicas y culturales que dejaron atrás el concepto de homología para pensar la relación entre el cuerpo masculino y femenino entre los siglos dieciocho y diecinueve. Si bien consideramos que los determinantes históricos que condujeron al abandono de las dos explicaciones clásicas del orgasmo femenino con la llegada de la modernidad han sido suficientemente explorados, en este trabajo nos ocupamos de pensar por qué estas explicaciones desaparecieron durante casi dos siglos y qué condiciones de posibilidad han permitido que hayan vuelto a ser foco de controversia en el campo biológico contemporáneo. Por último, exploraremos las consecuencias de las teorías actuales sobre el orgasmo para la conceptualización de la sexualidad femenina. Como veremos, a diferencia de las explicaciones clásicas y las hipótesis adaptacionistas, los nuevos usos del concepto de homología traen consigo la innovación de desligar la representación científica del placer sexual de las mujeres de sus funciones reproductivas.
Referencias
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